1-3. El misterio con una desconocida

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Lo habéis conseguido. Tras mirarla tontamente un par de veces y ella devolveros la mirada, habéis decidido entrar a esa morena del local y empezáis a hablar.

¿Cómo llevar una conversación? Siempre sed vosotros mismos. Pero, hay que modificar un poco lo que vas a hablar y saber ciertas premisas para saber llevar el liderazgo de la conversación y que en ningún momento ella piense que sois el típico tio que no sabe hablar de una forma inteligente y con cierto avispamiento.

Un ejemplo malo sería esto:

Hombre: Hola, ¿Qué tal?
Mujer: Ey buenas, pues nada, aquí… pasando el rato.
H: Jajaja, ya ves. Esta bien este sitio.
M: Si… Y bueno… ¿Tú qué estudias?
H: Inglés y turismo… ¿Y tú?
M: Enfermería.
H: Am, eso tiene que estar bien…
M: Si, a mi me gusta.
H: Y bueno, ¿Se liga mucho en esa carrera?
M: Hombre… no se.
H: Jajaja.
M: Y tú, ¿Tienes novia o algo?
H: Que va, me dejó hace un mes… Lo pasé bastante mal y eso, pero bueno.
M: Am, pues lo siento.
H: ¿Y tú?
M: No, yo no.
H: Jajaja, vaya dos.
M: Si… jaja. Bueno, me tengo que ir… ¡ME ABURRES TIO!

Más soso el gavilán y no nace.

Como reza la cabecera de este artículo, el misterio es simplemente fundamental y atrayente. “No pulses ese botón” Y el niño va y lo pulsa. ¿Por qué? Por que es misterioso y el niño se pregunta y empieza a darle vueltas a la cabeza; ¿Por qué me lo habrán prohibido?, ¿Qué pasará si lo pulso?, ¿Será bueno o malo? y un largo etcétera que llevará al crio a pulsar el botón para saber que pasa.

Nosotros debemos de ser ese botón. El botón rojo y brillante que tiene un cartel que pone “No me pulses”, el botón que le da igual si le pulsan o no pues no lo necesita, el botón misterioso que no busca nada, simplemente ser él mismo, ser un mero botón pero que destaca entre los demás por ser un misterio y un reto para el que se atreva pulsarlo.

Veamos ahora como sería la misma conversación pero con cierto toque de misterio y arrogancia (que en los primeros contactos puede daros la victoria), aún así como he dicho, SIEMPRE debeís ser vosotros mismos:

Se están mirando y él decide acercarse con una pequeña sonrisa.

Hombre: Bueno… ¿Me lo vas a contar?
Mujer: (Con cara de ¿Ein?) ¿El qué?
H: Estabas mirándome… ¿Se me ha corrido el rimel o algo?
M: Jajajaja, que va, no te miraba a ti (nunca os dirán que si a no ser que le gustéis mucho).
H: Bueno, ya que he venido hasta aquí, hablemos un rato.
M: Vale / OK/ Jajaja / Vete a la mierda (en esta opción, despediros de forma educada).
H: Te toca hablar (sonrisa), empieza.
M: Joder… a ver, ¿Qué estudias?
H: ¿Y por qué tengo que estudiar?
M: No se, es una ciudad casi universitaria. La mayoría de los jueves, los que salen son universitarios.
H: Es verdad.
M: Bueno, ¿entonces estudias?
H: Lo intento. Tú tienes pinta de Informática.
M: ¿Yo? ¿Por qué?
H: Por tu forma de vestir.
M: Jajaja, ¿Y eso?
H: Quedaría mal que te lo dijera sin apenas conocerte.
M: Da igual, dímelo.
H: Si cuando acabemos de hablar hay buen rollo te lo digo.
M: Que tio… venga vale.
H: (sonríe y la mira, después mira a otro lado)
M: No me has dicho que estudias.
H: ¿De qué tengo pinta yo?
M: Pues no se… De gilipollas / de catedrático / (o vete a saber que te suelta).

Llegados a este punto, ella puede cansarse de este toma y daca, por lo que nuestro amigo, debe ceder un poco.

H: Estudio Inglés y turismo. (de repente mira a su mano y dice) ¿Ya estas comprometida?
M: ¿Qué? No, jajaja, es un anillo de un amigo.
H: Ya…
M: Que si tonto (si os da un golpecito… esta empezando a sentir interés por ti). ¿Y tú de amigas como vas?
H: Tengo muchos tipos de amigas.
M: ¿Alguna especial?
H: Hombre, una tiene un padre negro y una madre china. Así que imaginate…
M: Jajaja. Ya sabes a lo que me refiero.
H: ¿Quieres saber si tengo novia?
M: Bueno…
H: Lo dejamos.
M: ¿Y eso?
H: Diferencias… A ella le gustaban los preservativos del Mercadona y yo prefería los Durex.
M: Jajaja, venga en serio.
H: Que va en serio, e. Bueno M, tengo que irme que tengo muy descuidados a mis amigos. Me ha gustado hablar contigo.
M: A mi también. ¡Eh, me tienes que decir lo de la ropa!
H: Umm.. mira, ahora tengo un poco de prisa, pero dame tu móvil y te lo cuento mañana.
M: (Pensará… ¿Es buena pieza este tio? Ha sido original, al menos…) Venga, toma: 667667667. (En última instancia, si no os da el móvil por alguna causa, insistidle un poco más con algo gracioso como “No tengo pinta de asesino, tranquila, solo te llamaré” y si ni con esas os da el móvil y notáis que la agobiáis, decidle que estáis en ese grupo de allí, que si cambia de parecer, que ya sabe donde encontrarte).
H: Ya hablamos.
M: Adiós.

¿Veis?

A ver, las conversaciones no siguen este patrón al igual que las mujeres, puede haber tias más tontas o más listas que sepan de que palo vaís. Hay centenares de variables. Ella puede soltaros una que os deje a cuadros o dejarse llevar. Ella puede estar más receptiva o no. Si no esta receptiva y veis que no os hace mucho caso, decidle que tenéis que iros, que sino tus amigos se descontrolan. Pero tampoco tireis la toalla tan pronto. Ella os pondrá a prueba desde el primer momento si le pareceís un buen partido. Eso significa que si su cuerpo, su cara y sus pies están inclinados hacia ti, te mira a los ojos y no a sus amigas o a su reloj y aún así la veis borde o poco receptiva… Esta jugando con vosotros. Poneos por encima. No dejéis que lleve el control de la situación. Sed arrogantes (sin pasaros). No dejéis que Federer se imponga Nadal… Nadal debe ganar el partido en todo momento.

El caso es que NUNCA le digáis lo que quiere saber, sin caer en la pedantería. Que ella no note que no se lo decís por haceros los interesantes, simplemente que note que no se lo decís por que para vosotros, ella es otra más, no es nadie especial. Jugad con ella. Debéis ser originales. ¿Sabéis la cantidad de tios que entran a una chica en una discoteca durante una noche? Y todos siguiendo el mismo patrón de “¡Eh! Guapa, ese culo!” y chorradas sube egos de este estilo.

El misterio es algo que hay que saber utilizar con cuidado. Un hombre que tira demasiado y no afloja acabará siendo un pedante. Por eso debemos saber cuando ceder, cuando volver a tirar y cuando aflojar.

Meteos con ella en plan gracioso (como lo de la ropa y la informática), eso les encanta y si se rie, mejor. Ni se os ocurra decirle lo guapa que esta o alagarla. “Preciosa” “Princesa” y tonterías de este tipo con una desconocida hará que se vaya a su casa con una sonrisa de oreja a oreja por que 15 babosos le han subido el ego. Sed originales, SIEMPRE.

Todo esto se puede anular si decís una simple frase, le metéis los morros y ella acepta y esto puede pasar, os lo aseguro. Pero hay que saber descifrar su estado corporal y eso es otro artículo.

Sed diferentes pero siempre siendo vosotros mismos y conseguiréis haceros con lo que queráis. Seguridad (los inseguros que no arriesgan no se comen nada), misterio y buen humor son básicos en una conversación con una desconocida.

Y recordad esto siempre, vosotros sois el premio, si ella no quiere estar con vosotros, ella se lo pierde. No os vengáis abajo por que una tia os rechace. De los errores se aprende y a conversar se aprende conversando (igual que a todo). Si no es ella será otra.

Ñubesitos.

PD: Blog-4 habla de Huele a Ñu

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1 comentarios:

  1. Anónimo dijo...

    Ummm interesante esto