1-9. Oh christmas trees!

uuuuhhhu.jpg

Muchos estarán pensando “Oh, vaya, un artículo donde el Sr.M va a poner a parir a todos los tópicos navideños” y yo os digo que no, no es un artículo de ese estilo. No voy a hablar de que hasta los ateos se ponen hasta el culo de gambas, langostinos o cordero celebrando una fiesta que ni les va ni les viene. No voy a hablar de cristianos poniéndose hasta las orejas de anís y reuniendo a aquella familia a la que apenas ven durante todo el año pero a la que tanto quieren durante un par de horas. No voy a hablar de cómo nos gastamos más dinero en este mes de Diciembre que cualquier otro mes del año. No voy a hablar de cómo vamos como borregos al famoso cotillón pagando lo impagable para reunir a los “amigos” y aparentar que durante una noche, todos somos felices y estamos más unidos que nunca. No voy a hablar de cómo una obesa de 150 kilos se miente a si misma diciendo el uno de Enero, “este año adelgazaré” o de cómo un fumador dice “este es mi último cigarro” o de cómo un mal tratador dice “esta es mi última ostia (Advertencia: Juego de palabras)”… No, esta vez no voy a hablar de este tipo de Navidad.

Después de haber soltado estos tomahawks tan ciertos, vayamos a la Navidad que todos estamos deseando. Podremos decir que son fiestas muy falsas, pero es una de las fiestas que la mayoría esperamos con mayor entusiasmo. Yo particularmente por que me voy a poner ciego de marisco y por que me van a regalar un móvil de casi 250 euros, para que engañarnos.

Pero también es cierto que en estas fechas somos más humanos y todo fluye en una espiral de felicidad que sentimos cuando paseamos por las calles iluminadas, cuando vemos al gordo vestido de Papá Noel que trabaja en el Corte Inglés o cuando vemos a gente tan cargada de bolsas de Zara que nuestros ojos se inundan en lágrimas de amor y paz.

Y llega el 25 de Diciembre y su cena (para todos aquellos que tengan) y la familia se reúne en una mesa donde el rojo y el dorado y la suculenta comida estan presentes. El redondo de mi madre simplemente esta buenísimo y ansío con ganas que llegue la hora de comerlo. Y la noche de especial “Raphael”… que mítico. Algunos suelen salir para celebrar que ha nacido el niño Jesús, otros se quedan en casa celebrando que ha nacido el niño Jesús de la misma manera que lo celebrarán los primeros, bebiendo y potando lo más cristianos y afortunados, por que… “¡Es Navidad, tio!” El último que dijo esto acabó con un coma etílico en el hospital… pero seguro que Dios se lo perdona.

Y la noche de Reyes, nervios e ir al salón despacito para ver los regalos entre las sombras. Otro momento mítico.

Fiesta falsa donde las haya (como San Valentín) pero que a todos nos gustan y yo me incluyo, además, Jesús no nació el 25 de Diciembre. De todas formas, un servidor se va a hartar de comer y de comprar y voy a salir con una sonrisa de oreja a oreja, me voy a comprar espuma y un gorro de Navidad y si me da la vena (y me lo pagan mis padres) iré al cotillón, por que aunque todos sepamos que esto es un cuento chino, a todos nos gusta.

El Sr.M os desea una ¡FELIZ NAVIDAD!

PD: Tenía pensado bastantes Post Datas para este artículo, pero por motivos de falta de tiempo (Piso de Juanpe, pro 2008, ¿fiesta de enfermería en el piso de al lado?, bariloche… en breve) no voy a poder ponerlas.

PD2: La semana que viene, último artículo del año y de…

--


0 comentarios: